Es como si no pudiera remediarlo. –Angelito! Pero como no te voy a dar cobijo? Anda, ven conmigo. Te enseñaré tu estante y conocerás a otros libros, que están ahí callados, esperando que la mano los abra página por página o que el azar del dedo abra la puerta de esa página guardada.
Dicho de otra forma, adopto libros perdidos, o deshauciados, por haber sido leídos o tal vez maltratados. Este hospital-miCasa, que es a la par-mi-Taller, guarda mi primeraBiblioteca una vez que fui bautizado en las artes del buenLibrero de Viejo, por el que fuera octogenarioLibrero de libres Livres en la EX-tinta librería Relieve, el señor Pepe Relieve, mi amigo y pesar de aquellos días de lucha alboreando en el poniente de sus últimosDías.
Nota: si tiene libros y no sabe bien que hacer con ellos, puede escribirme un e-mail o bien llamarme por teléfono.
Gracias.
